Manual clase B

Índice de temas

Tema 3. Seguridad vial

3.2 Factores que disminuyen las aptitudes

3.2.1 El alcohol

Los efectos del alcohol dependen del nivel de alcohol que exista en la sangre (alcoholemia) y a su vez de los factores personales y de las modalidades de ingesta, aumentando los efectos desfavorables mezclándolo con algunos fármacos o drogas.

El alcohol

¿De qué depende la alcoholemia?

Factores que afectan a la alcoholemia

Factores que afectan a la alcoholemia

El alcohol produce en el conductor:

  • Un falso estado de euforia, seguridad, optimismo y confianza en sí mismo (sobrevalora sus propias capacidades con un exceso de confianza, despreciando el peligro).
  • Un aumento del tiempo de reacción (tarda más en actuar sobre los mandos del vehículo, dirección, frenos, etc.).
  • Una reducción del campo visual (no se perciben los estímulos que se producen en los laterales: efecto túnel), y una mayor sensibilidad a los encandilamientos.
  • Una disminución de la capacidad de reacción y concentración, y un aumento de las distracciones, especialmente en situaciones complejas.
  • Un aumento de la agresividad con los demás conductores y un comportamiento agresivo y descortés.
  • Una incorrecta apreciación de las distancias, velocidades y modificación de la valoración del riesgo (la apreciación de distancias y velocidades resulta falseada, aumenta la osadía despreciando riesgos y peligros y mayor posibilidad de cometer errores). Se altera la percepción del entorno.
  • Un aumento del riesgo de que se produzcan accidentes (en una proporción muy superior a la de la propia alcoholemia).
  • Un pronóstico médico más grave en caso de resultar herido.

Efectos del alcohol en el conductor

Es importante tener presente que por debajo de los niveles de alcoholemia permitidos por ley, ya es posible tener un accidente debido a los efectos que ha producido el alcohol en nuestro organismo. La única tasa segura es 0´0.

Niveles permitidos de alcohol

La conducción bajo la influencia del alcohol es sancionada con multas y suspensión de licencia de conductor. La conducción en estado de ebriedad o bajo la influencia de sustancias estupefacientes o sicotrópicas, se sanciona con multas, cancelación de licencia y presidio (cárcel).

Niveles permitidos de alcohol

Las sanciones aumentan significativamente en caso de reincidencia, o si el conductor, además de haber bebido, participa en un accidente en el que resulten daños o personas fallecidas o con lesiones.

Sanciones por conducir bajo los efectos del alcohol

Una nueva modificación legal el año 2014 (Ley Emilia), sanciona con cárcel efectiva de al menos un año a los conductores, que en estado de ebriedad, generen lesiones gravísimas o la muerte a terceros. Además, se considerarán delitos calificados la reincidencia, la conducción con licencia cancelada o cuando se conduce estando inhabilitado de por vida para ello o si el delito hubiese sido cometido por un conductor de vehículos para el transporte de pasajeros o carga en el ejercicio de sus funciones.

Además, si el conductor que participa en un accidente se negase injustificadamente a realizarse las pruebas de detección del alcohol (prueba respiratoria u otra prueba científica), será sancionado con suspensión de licencia, multas y penas de cárcel que podrían llegar a ser efectivas dependiendo de las consecuencias del accidente.

3.2.2 Las drogas

Las drogas

El mayor riesgo de conducir habiendo consumido drogas está dado por el hecho de que todas ellas actúan sobre el cerebro y pueden alterar la percepción, la cognición, la atención, el equilibrio, la coordinación, el tiempo de reacción y otras facultades requeridas para conducir de manera segura.

Los efectos de cada droga específica difieren dependiendo de su mecanismo de acción, la cantidad consumida, el historial del consumidor y otros factores.

Las drogas generan dependencia física y sicológica.

Algunas de las drogas ilegales más consumidas en la actualidad son marihuana, cocaína, éxtasis, anfetaminas y alucinógenos. El consumo de ellas, además de constituir un riesgo para su salud, conllevan peligros reales al conducir bajo sus efectos, por lo que es necesario conocer estos riesgos.

Todas estas alteraciones se pueden ver agravadas si se mezclan diferentes sustancias o con alcohol.

Marihuana

Marihuana

Se clasifica como depresor, alucinógeno. No es estimulante. Sus efectos en el organismo son de rápida aparición y varían según la dosis, el tipo de marihuana y el estado del individuo, tanto físico como anímico.

Las principales consecuencias de su consumo son:

  • Se altera la percepción del entorno (como por ejemplo los colores).
  • Se altera la percepción del tiempo, del espacio y de la velocidad. Se calculan peor las distancias.
  • Cuesta mantener la concentración, por lo que existe una gran probabilidad de tener una distracción al volante.
  • Aumenta el tiempo de reacción y, por ende, la distancia de detención ante una situación de riesgo.
  • Produce fuertes somnolencias.
Cocaína

Cocaína

Es un estimulante cuyos principales efectos son:

  • Produce un comportamiento más competitivo e incluso agresivo.
  • El comportamiento de quien la consume puede volverse impulsivo, lo que provoca cometer grandes errores al volante.
  • Se sobreestiman las capacidades, lo que conlleva asumir mayores niveles de riesgo, cometiendo más infracciones y conduciendo de forma peligrosa.
  • La percepción del entorno se ve alterada y disminuye la capacidad de concentración, pudiendo sufrir distracciones fácilmente.
Pasta Base

Los efectos de fumar Pasta Base de Cocaína (PBC) dependen de: tipo de preparación, dosis, frecuencia de consumo, impurezas y adulteraciones que contenga, entre otras.

El efecto después de fumar es rápido e intenso, aparece en un lapso de segundos y dura algunos minutos.

Al consumirla se pueden distinguir cuatro etapas:

  • Etapa de euforia: caracterizada por un estado de euforia, disminución de inhibiciones, sensación de placer, éxtasis, intensificación del estado de ánimo, cambios en los niveles de atención, hiperexitabilidad, falsa sensación de capacidad y competencia, aceleración de los procesos de pensamiento, disminución de hambre, sueño y fatiga.
  • Etapa de disforia: sensación de angustia, depresión, inseguridad, tristeza y apatía, entre otros. También se produce un deseo incontenible de seguir fumando.
  • Etapa en que la persona empieza el consumo ininterrumpido, cuando aún tiene dosis en la sangre, para evitar la disforia.
  • Etapa de sicosis y alucinaciones: pérdida del contacto con la realidad, la que puede darse después de días o incluso semanas del consumo pudiendo durar semanas o meses. Se sufren alucinaciones sensoriales, que pueden ser visuales, auditivas, olfatorias o cutáneas.

En todas sus etapas los riesgos para la conducción son altos y evidentes. Entre los efectos físicos destacan: falta de coordinación, mareos, dilatación de las pupilas, temblores, náuseas y/o vómitos.

Éxtasis

Éxtasis

Es posible experimentar ilusiones ópticas, como flashes en la periferia del campo visual, lo que podría ocasionar la acción de maniobras evasivas bruscas y peligrosas.

El éxtasis puede generar las siguientes manifestaciones:

  • Períodos de mayor sensibilidad a la luz (por lo tanto mayor tendencia a los deslumbramientos) o episodios de visión borrosa.
  • Dificultad para mantener la concentración.
  • Episodios de depresión o ansiedad.
  • Una vez que desaparecen los síntomas, períodos de agotamiento físico y mental.

Entre las drogas que aumentan el estado de vigilia se encuentran también las anfetaminas. Estas producen un exceso de actividad y buen humor, que, por lo general, trae como consecuencia una efímera y fuerte sensación de autoconfianza. Al poco tiempo, su consumo tiene efectos tales como irritación y falta de capacidad de concentración.

Pruebas de detección

Para detectar la presencia de alcohol o de estupefacientes o sustancias sicotrópicas en el organismo, Carabineros puede someter a los conductores a pruebas respiratorias o de otra naturaleza.

Con la modificación a la ley de Tránsito conocida con el nombre de Ley Emilia, la negativa injustificada a realizarse éstas pruebas será considerada un delito en caso de que ocurra un accidente con resultado de lesiones o muerte. Dependiendo de los daños o lesiones causadas, el conductor arriesga sanciones en dinero, suspensión de su licencia de conductor e incluso penas de cárcel efectiva (al menos un año a quienes hayan causado lesiones o la muerte de un tercero).

3.2.3 La fatiga

El cansancio, el sueño y la fatiga son estados que resultan muy familiares en el diario vivir. Sin embargo, cuando se conduce un vehículo, usualmente se desconocen los riesgos asociados a estos factores, los que son muy usuales en la ocurrencia de accidentes. Colisiones por alcance, salidas de la vía, colisiones frontales, muchas veces son consecuencia de un conductor con fatiga o sueño que no pudo evitar el accidente a tiempo.

Conductor fatigado

Si se piensa que para tener un accidente por sueño el conductor debe quedarse totalmente dormido se está en un error, los riesgos por somnolencia al volante aparecen mucho antes. Otro mito es creer que el sueño sólo aparece de noche, cuando el sueño puede aparecer en el día por muchas causas.

La fatiga y la somnolencia son dos fenómenos que suelen aparecer juntos con mucha frecuencia: conducir cansado genera somnolencia y, conducir somnoliento favorece la aparición y la intensidad de la fatiga.

Efectos producidos por la fatiga

Efectos de la fatiga

La capacidad de mantener la atención en el entorno se ve alterada dificultando mantener la concentración en el tránsito, lo que favorece las distracciones.

Conductor fatigado

Situaciones que pueden favorecer la aparición de la fatiga al volante

Factores externos

Entre los factores externos que facilitan la fatiga se encuentran la monotonía de la carretera, las congestiones y retenciones de tráfico, el mal estado de la vía, las condiciones meteorológicas o ambientales desfavorables, etc.

Factores externos que favorecen la fatiga

Factores relacionados con el vehículo

Entre los factores relacionados con el vehículo el ruido excesivo del motor, la ventilación inadecuada del habitáculo, el exceso de calefacción, una iluminación defectuosa, la falta de confort del vehículo, etc.

Factores del vehículo que favorecen la fatiga

Factores relacionados con el propio conductor

Entre los factores relacionados con el propio conductor se pueden citar las largas jornadas al volante, la atención y concentración permanentes, la mala colocación en el asiento del vehículo, la necesidad imperiosa de cumplir un horario, la conducción con hambre o sueño, la ingesta de alcohol o comidas copiosas, las malas posturas al volante, el estrés, etc.

Factores del conductor que favorecen la fatiga

Cómo combatir la fatiga

- Si está cansado o tiene sueño al ir conduciendo, lo mejor es detenerse a descansar en un lugar adecuado y dormir; 20 ó 30 minutos de sueño son suficientes en la mayoría de los casos. Si continúa conduciendo en esas condiciones, el riesgo de sufrir un accidente aumentará.

- En viajes largos, descanse al menos 20 a 30 minutos cada 2 horas o 200 kilómetros de conducción, como máximo.

- Ponga atención a la aparición de los síntomas de sueño o de fatiga que se han expuesto anteriormente. Si tiene dudas siempre será más seguro parar y descansar un poco.

Conductor descansando

3.2.4 El sueño

Entre las situaciones más comunes que pueden favorecer la aparición de somnolencia están:

Conductor somnoliento

• El momento del día. La madrugada (especialmente entre las 3 y las 5 hrs.) y las primeras horas de la tarde (entre las 14 y las 16 hrs.) son especialmente favorables para la aparición de somnolencia, aunque haya dormido lo suficiente.

• Dormir menos horas que las habituales. Cada persona sabe cuántas horas necesita para levantarse descansada y poder estar despejada y a pleno rendimiento durante el día. Se puede sentir mucha somnolencia después de dormir poco una noche, especialmente si duerme menos de la mitad de las horas que necesita. Si duerme una o dos horas menos cada noche, en pocos días experimentará una gran somnolencia.

• Cambiar las horas habituales de sueño. Cuanto más horas seguidas esté despierto, más difícil será resistirse al sueño. El sueño aparece con mucha facilidad a la hora en que acostumbra ir a dormir y, más tarde, el sueño será aún mayor. Evitar conducir en estas condiciones, ya que el riesgo de accidente será aún mayor.

• La calidad del sueño. Cuando el sueño no es reparador, a la mañana siguiente se está cansado y somnoliento, por lo que no está en perfecto estado para conducir.

• También puede ocurrir que tenga el sueño ligero y, al no alcanzar las fases más profundas, no descansa lo suficiente. Así, aunque no despierte durante la noche, al día siguiente puede sufrir de una fuerte somnolencia.

• El tránsito monótono, como conducir de noche por una carretera recta sin tráfico durante muchos kilómetros, favorece la somnolencia. En cambio en vías en las que se experimentan cambios constantes de entorno, como las urbanas con mucho tráfico, es más fácil mantenerse activo y despejado.

Conductor somnoliento

• El consumo de sustancias sedantes y estimulantes, como el alcohol o algunos medicamentos, pueden favorecer la aparición de sueño. Una comida abundante también puede favorecer la aparición de sueño, por lo que debiera evitarlas si va a conducir.

Conductor somnoliento

• Las sustancias estimulantes (café, té, bebidas energéticas) pueden resultar útiles en el momento inmediato y en algunas situaciones, sin embargo cuando cesa su efecto, se puede producir un efecto rebote, esto es, el sueño aparecerá repentinamente.




Conductor somnoliento

• Los trastornos de sueño, como el insomnio, pueden provocar una fuerte somnolencia en el día, la que influye muy negativamente en la seguridad vial.

3.2.5 Las enfermedades y medicamentos

Cada día existe mayor conciencia social de los riesgos que conlleva conducir bajo los efectos del alcohol o de las drogas, sin embargo se desconoce la inseguridad de conducir bajo los efectos de muchos medicamentos. Tampoco se tiene conciencia de los riesgos que puede tener una determinada enfermedad a la hora de conducir un vehículo.

Conductor con medicamentos

Si usted tiene alguna enfermedad, es su responsabilidad preguntar a su médico tratante acerca de las consecuencias y riesgos de conducir con su patología. Esto le permitirá tomar las precauciones necesarias para evitar sufrir un accidente. De la misma manera, si debe ingerir medicamentos por prescripción médica, debe informarse sobre los posibles efectos de los mismos en la conducción, consultando a su médico tratante o leyendo la información que se encuentra en el prospecto del medicamento.

Conductor con medicamentos

Si usted tiene una enfermedad crónica, puede disminuir el riesgo de sufrir un accidente:

  • Conociendo bien su enfermedad.
  • Conociendo los efectos secundarios de los medicamentos que consume.
  • Sabiendo reconocer los síntomas de una crisis y sabiendo cómo actuar.
  • Evitando situaciones desencadenadas por una crisis.
  • Evitando conducir durante una crisis o en fase aguda de la enfermedad.
  • No modificando ni abandonando el tratamiento sin prescripción médica.
  • No consumiendo alcohol mientras consuma medicamentos.
  • Consultando con su médico tratante los riesgos de su patología para una conducción segura.
Alergias Respiratorias
Conductor con alergias respiratorias

Los síntomas más frecuentes de una alergia respiratoria, son muy similares a los de un resfrío común: necesidad constante de sonarse la nariz, ojos llorosos, visión borrosa, estornudos (a veces varios seguidos), fatiga y dolores de cabeza, entre otros, son tan cotidianos que no se percibe lo peligroso que pueden ser a la hora de conducir.

Hay antecedentes de que algunos de estos síntomas podrían llegar a producir errores en el cálculo de las distancias y una menor capacidad para mantener la concentración en el tránsito, entre otros. Además, los antihistamínicos ingeridos habitualmente para aliviar estos síntomas, pueden provocar una mayor somnolencia al volante.

Conductor con alergias respiratorias
El estrés
Conductor estresado

El estrés es un mecanismo de defensa del organismo ante situaciones amenazantes o que demandan un gran esfuerzo. En este sentido las reacciones de estrés pueden ayudar a superar determinadas situaciones adversas, sin embargo, si la situación se mantiene durante mucho tiempo pueden sufrirse trastornos de sueño, ansiedad, problemas digestivos e incluso infartos.

El estrés puede alterar de manera significativa nuestras capacidades para conducir:

  • Aumenta la agresividad hacia los demás conductores.
  • Se aceptan mayores niveles de riesgo, por lo que aumentan los comportamientos imprudentes.
  • Aumentan las distracciones porque no se puede mantener la concentración.
  • La fatiga aparece con mayor facilidad.
  • Las decisiones se toman con mayor lentitud y aumenta el riesgo de que se cometan más errores.

La agresividad hace que se actúe mal. En primer lugar, porque se percibe y juzga erróneamente una situación, y, segundo, porque lleva a tomar decisiones impulsivas. Además, cuando una persona muestra una conducta agresiva sólo genera nuevos conflictos.

Es preferible que usted, como conductor, considere que la conducta errónea de otros conductores o peatones es producto de ignorancia y que no es intencionada.

Para aumentar la seguridad:

  • Lo mejor es no conducir, especialmente si se toman medicamentos.
  • Ir al médico.
  • Establecer una correcta organización de los tiempos de conducción y descanso.
  • Efectuar ejercicios de relajación.
La depresión
Conductor con depresión

La depresión es una enfermedad que altera el estado de ánimo y que afecta a nuestras capacidades para conducir con seguridad:

  • Aumentan las distracciones.
  • Puede aparecer irritación y ansiedad.
  • Se conduce de forma insegura: se toman decisiones erróneas, se responde de forma más lenta a los estímulos.
  • Mayor posibilidad de que aparezca el sueño y la fatiga.
  • Si se está tomando medicamentos, pueden afectar a la conducción.

Para aumentar la seguridad:

  • Se debe evitar conducir, especialmente si se está en la fase aguda de la enfermedad.
  • No automedicarse y seguir las indicaciones del médico.
  • No mezclar los medicamentos con el alcohol.

3.2.6 La distracción

Conducir un vehículo es una tarea compleja, por ello hay que mantener el mayor nivel de concentración posible.

Las distracciones ocurren cuando algo dentro o fuera del vehículo desvía la atención del conductor.

Son el factor de riesgo que más ha aumentado y son causa de un gran número de accidentes.

Los accidentes causados por distracciones:

  • Afectan principalmente a los jóvenes (entre 18 y 25 años) y a los mayores de 70 años.
  • Suceden más en carretera que en zona urbana.
  • Debido a la monotonía, hay más riesgo en las autopistas y en vías con poco tránsito, por ejemplo en el desierto.
Factores que pueden distraer la atención
Conductor distraído Conductor distraído

-Factores relacionados con el conductor: fatiga, sueño, estrés, ansiedad, depresión, consumo de alcohol y características propias de cada persona; y una serie de conductas por parte del conductor que favorecen la distracción: manipular el aparato de música, el navegador GPS o el teléfono celular, buscar una dirección concreta (una calle, un comercio), conversar o discutir con un pasajero, comer, beber o fumar mientras se conduce, expulsar un insecto del interior del vehículo, etc. Si esto ocurre, lo mejor es detener el vehículo y continuar después.

-Factores externos al conductor: monotonía en la conducción, situaciones de tránsito muy complejas, escasa luz ambiental o estímulos poco visibles (que no se perciben adecuadamente), jornadas de trabajo prolongadas.

Conductor distraído
Fumar
Conductor fumando

Está demostrado que los conductores que fuman mientras conducen se ven implicados en el doble de accidentes que los que no lo hacen.

Los efectos que puede tener sobre el conductor son:

  • Posibilidad de distracción y pérdida de maniobrabilidad. Por ejemplo, al encender un cigarrillo, sacarlo del paquete, etc.
  • Inutiliza una de las manos y genera problemas de visión a causa del humo.
  • Disminución de la capacidad de concentración, debido al aumento del monóxido de carbono en la sangre.
  • Enfermedades. Las personas fumadoras tienen más posibilidad de tener problemas médicos.
Conductor fumando
Usar teléfono celular
Conductor usando el teléfono celular

Hablar por teléfono mientras se conduce es una de las conductas que puede provocar más distracciones al conductor.

Se ha demostrado que aunque se hable por teléfono con un sistema de manos libres, la posibilidad de sufrir un accidente también aumenta, ya que la atención disminuye en gran medida cuando la llamada supera el minuto y medio.

El teléfono celular provoca:

  • Mayor posibilidad de distracción. Además, puede aumentar en el caso de marcar un número, enviar un mensaje o buscarlo cuando suena.
  • Dificultad para mantener la velocidad y trayectoria adecuadas.
  • Problemas con el manejo del vehículo. Tanto si se necesita una mano para continuar hablando como si se sujeta con el hombro.

Recomendaciones para utilizar el teléfono celular con seguridad:

  • No utilizar el teléfono celular mientras se conduce. Lo mejor es llevarlo apagado o silenciarlo.
  • Si es necesario llamar o recibir una llamada, lo mejor es salirse de la vía, cumpliendo las normas de detención y estacionamiento.
  • También se debe prestar especial atención a otros conductores o peatones que estén hablando por el celular, ya que no estarán muy atentos al tránsito que les rodea.
Conductor usando el teléfono celular
Ley No Chat
Ley No Chat

Enviar mensajes (chatear) a través de dispositivos móviles y conducir simultáneamente, son acciones que vemos de forma frecuente en algunos conductores, sin tener conciencia de que la conducción no atenta a las condiciones de tránsito del momento es una de las principales causas de siniestros y fallecidos en el tránsito.

La modificación a la Ley de Tránsito sanciona la conducción de un vehículo manipulando un dispositivo móvil o cualquier otro artefacto electrónico o digital que no venga incorporado de fábrica en el mismo, excepto si la acción se realiza mediante un sistema de manos libres, según las especificaciones del reglamento.

El objetivo de esta ley es sancionar como infracción gravísima a los conductores que incurren en estas conductas, con multas entre 1,5 a 3 UTM ($80.000 - $160.000 app), además de la suspensión de la licencia de conducir por un plazo entre 5 a 45 días, el cual puede ser aumentado de 45 a 90 días en caso de reincidencia, esto es, 2 infracciones gravísimas cometidas dentro de los últimos 12 meses.

Utilizar el navegador
Conductor usando el navegador

Aunque los navegadores pueden ser de gran ayuda para la conducción, también pueden ocasionar distracción en el conductor.

Para utilizar un navegador de forma segura:

  • Se debe usar el soporte adecuado, evitando que se pueda caer o mover.
  • Se coloca en el sitio correcto: que no impida la visión y que no obligue a apartar la vista de la conducción para consultarlo, y nunca cerca del airbag.
  • No debe manipularse durante la marcha.
  • El juicio del conductor debe prevalecer sobre las indicaciones del navegador.
  • Se puede utilizar como controlador de velocidad, aunque debe prevalecer la información del velocímetro.

3.2.7 La alimentación

La alimentación está directamente relacionada con la conducción. Si ésta no es la adecuada, puede:

  • Favorecer la aparición de fatiga o somnolencia, con la consecuente disminución de la capacidad de reacción.
  • Producir pérdida de concentración, lo que provoca la aparición de distracciones.
  • Producir irritabilidad, lo que favorece la adopción de un estilo de conducción más agresivo.
  • Para realizar períodos largos de conducción es conveniente no hacerlo con el estómago vacío, siendo recomendable programar paradas para poder alimentarse correctamente.
  • Comer menos, pero con mayor frecuencia.

Hay que evitar el consumo excesivo de azúcar o de alimentos o bebidas muy azucaradas, ya que, al comienzo, se experimenta una mejoría y aporte de energía, pero posteriormente, una vez metabolizado, se produce una bajada drástica. Es mejor tomar azúcar en forma de hidratos de carbono complejos como cereales, arroz, pan y papas.

Tema 3. Seguridad vial