Manual clase B
Tema 3. Seguridad vial
Los efectos del alcohol dependen del nivel de alcohol que exista en la sangre (alcoholemia) y a su vez de los factores personales y de las modalidades de ingesta, aumentando los efectos desfavorables mezclándolo con algunos fármacos o drogas.
El alcohol produce en el conductor:
Es importante tener presente que por debajo de los niveles de alcoholemia permitidos por ley, ya es posible tener un accidente debido a los efectos que ha producido el alcohol en nuestro organismo. La única tasa segura es 0´0.
La conducción bajo la influencia del alcohol es sancionada con multas y suspensión de licencia de conductor. La conducción en estado de ebriedad o bajo la influencia de sustancias estupefacientes o sicotrópicas, se sanciona con multas, cancelación de licencia y presidio (cárcel).
Las sanciones aumentan significativamente en caso de reincidencia, o si el conductor, además de haber bebido, participa en un accidente en el que resulten daños o personas fallecidas o con lesiones.
Una nueva modificación legal el año 2014 (Ley Emilia), sanciona con cárcel efectiva de al menos un año a los conductores, que en estado de ebriedad, generen lesiones gravísimas o la muerte a terceros. Además, se considerarán delitos calificados la reincidencia, la conducción con licencia cancelada o cuando se conduce estando inhabilitado de por vida para ello o si el delito hubiese sido cometido por un conductor de vehículos para el transporte de pasajeros o carga en el ejercicio de sus funciones.
Además, si el conductor que participa en un accidente se negase injustificadamente a realizarse las pruebas de detección del alcohol (prueba respiratoria u otra prueba científica), será sancionado con suspensión de licencia, multas y penas de cárcel que podrían llegar a ser efectivas dependiendo de las consecuencias del accidente.
El mayor riesgo de conducir habiendo consumido drogas está dado por el hecho de que todas ellas actúan sobre el cerebro y pueden alterar la percepción, la cognición, la atención, el equilibrio, la coordinación, el tiempo de reacción y otras facultades requeridas para conducir de manera segura.
Los efectos de cada droga específica difieren dependiendo de su mecanismo de acción, la cantidad consumida, el historial del consumidor y otros factores.
Las drogas generan dependencia física y sicológica.
Algunas de las drogas ilegales más consumidas en la actualidad son marihuana, cocaína, éxtasis, anfetaminas y alucinógenos. El consumo de ellas, además de constituir un riesgo para su salud, conllevan peligros reales al conducir bajo sus efectos, por lo que es necesario conocer estos riesgos.
Todas estas alteraciones se pueden ver agravadas si se mezclan diferentes sustancias o con alcohol.
Se clasifica como depresor, alucinógeno. No es estimulante. Sus efectos en el organismo son de rápida aparición y varían según la dosis, el tipo de marihuana y el estado del individuo, tanto físico como anímico.
Las principales consecuencias de su consumo son:
Es un estimulante cuyos principales efectos son:
Los efectos de fumar Pasta Base de Cocaína (PBC) dependen de: tipo de preparación, dosis, frecuencia de consumo, impurezas y adulteraciones que contenga, entre otras.
El efecto después de fumar es rápido e intenso, aparece en un lapso de segundos y dura algunos minutos.
Al consumirla se pueden distinguir cuatro etapas:
En todas sus etapas los riesgos para la conducción son altos y evidentes. Entre los efectos físicos destacan: falta de coordinación, mareos, dilatación de las pupilas, temblores, náuseas y/o vómitos.
Es posible experimentar ilusiones ópticas, como flashes en la periferia del campo visual, lo que podría ocasionar la acción de maniobras evasivas bruscas y peligrosas.
El éxtasis puede generar las siguientes manifestaciones:
Entre las drogas que aumentan el estado de vigilia se encuentran también las anfetaminas. Estas producen un exceso de actividad y buen humor, que, por lo general, trae como consecuencia una efímera y fuerte sensación de autoconfianza. Al poco tiempo, su consumo tiene efectos tales como irritación y falta de capacidad de concentración.
Para detectar la presencia de alcohol o de estupefacientes o sustancias sicotrópicas en el organismo, Carabineros puede someter a los conductores a pruebas respiratorias o de otra naturaleza.
Con la modificación a la ley de Tránsito conocida con el nombre de Ley Emilia, la negativa injustificada a realizarse éstas pruebas será considerada un delito en caso de que ocurra un accidente con resultado de lesiones o muerte. Dependiendo de los daños o lesiones causadas, el conductor arriesga sanciones en dinero, suspensión de su licencia de conductor e incluso penas de cárcel efectiva (al menos un año a quienes hayan causado lesiones o la muerte de un tercero).
El cansancio, el sueño y la fatiga son estados que resultan muy familiares en el diario vivir. Sin embargo, cuando se conduce un vehículo, usualmente se desconocen los riesgos asociados a estos factores, los que son muy usuales en la ocurrencia de accidentes. Colisiones por alcance, salidas de la vía, colisiones frontales, muchas veces son consecuencia de un conductor con fatiga o sueño que no pudo evitar el accidente a tiempo.
Si se piensa que para tener un accidente por sueño el conductor debe quedarse totalmente dormido se está en un error, los riesgos por somnolencia al volante aparecen mucho antes. Otro mito es creer que el sueño sólo aparece de noche, cuando el sueño puede aparecer en el día por muchas causas.
La fatiga y la somnolencia son dos fenómenos que suelen aparecer juntos con mucha frecuencia: conducir cansado genera somnolencia y, conducir somnoliento favorece la aparición y la intensidad de la fatiga.
La capacidad de mantener la atención en el entorno se ve alterada dificultando mantener la concentración en el tránsito, lo que favorece las distracciones.
Factores externos
Entre los factores externos que facilitan la fatiga se encuentran la monotonía de la carretera, las congestiones y retenciones de tráfico, el mal estado de la vía, las condiciones meteorológicas o ambientales desfavorables, etc.
Factores relacionados con el vehículo
Entre los factores relacionados con el vehículo el ruido excesivo del motor, la ventilación inadecuada del habitáculo, el exceso de calefacción, una iluminación defectuosa, la falta de confort del vehículo, etc.
Factores relacionados con el propio conductor
Entre los factores relacionados con el propio conductor se pueden citar las largas jornadas al volante, la atención y concentración permanentes, la mala colocación en el asiento del vehículo, la necesidad imperiosa de cumplir un horario, la conducción con hambre o sueño, la ingesta de alcohol o comidas copiosas, las malas posturas al volante, el estrés, etc.
- Si está cansado o tiene sueño al ir conduciendo, lo mejor es detenerse a descansar en un lugar adecuado y dormir; 20 ó 30 minutos de sueño son suficientes en la mayoría de los casos. Si continúa conduciendo en esas condiciones, el riesgo de sufrir un accidente aumentará.
- En viajes largos, descanse al menos 20 a 30 minutos cada 2 horas o 200 kilómetros de conducción, como máximo.
- Ponga atención a la aparición de los síntomas de sueño o de fatiga que se han expuesto anteriormente. Si tiene dudas siempre será más seguro parar y descansar un poco.
Entre las situaciones más comunes que pueden favorecer la aparición de somnolencia están:
• El momento del día. La madrugada (especialmente entre las 3 y las 5 hrs.) y las primeras horas de la tarde (entre las 14 y las 16 hrs.) son especialmente favorables para la aparición de somnolencia, aunque haya dormido lo suficiente.
• Dormir menos horas que las habituales. Cada persona sabe cuántas horas necesita para levantarse descansada y poder estar despejada y a pleno rendimiento durante el día. Se puede sentir mucha somnolencia después de dormir poco una noche, especialmente si duerme menos de la mitad de las horas que necesita. Si duerme una o dos horas menos cada noche, en pocos días experimentará una gran somnolencia.
• Cambiar las horas habituales de sueño. Cuanto más horas seguidas esté despierto, más difícil será resistirse al sueño. El sueño aparece con mucha facilidad a la hora en que acostumbra ir a dormir y, más tarde, el sueño será aún mayor. Evitar conducir en estas condiciones, ya que el riesgo de accidente será aún mayor.
• La calidad del sueño. Cuando el sueño no es reparador, a la mañana siguiente se está cansado y somnoliento, por lo que no está en perfecto estado para conducir.
• También puede ocurrir que tenga el sueño ligero y, al no alcanzar las fases más profundas, no descansa lo suficiente. Así, aunque no despierte durante la noche, al día siguiente puede sufrir de una fuerte somnolencia.
• El tránsito monótono, como conducir de noche por una carretera recta sin tráfico durante muchos kilómetros, favorece la somnolencia. En cambio en vías en las que se experimentan cambios constantes de entorno, como las urbanas con mucho tráfico, es más fácil mantenerse activo y despejado.
• El consumo de sustancias sedantes y estimulantes, como el alcohol o algunos medicamentos, pueden favorecer la aparición de sueño. Una comida abundante también puede favorecer la aparición de sueño, por lo que debiera evitarlas si va a conducir.
• Las sustancias estimulantes (café, té, bebidas energéticas) pueden resultar útiles en el momento inmediato y en algunas situaciones, sin embargo cuando cesa su efecto, se puede producir un efecto rebote, esto es, el sueño aparecerá repentinamente.
• Los trastornos de sueño, como el insomnio, pueden provocar una fuerte somnolencia en el día, la que influye muy negativamente en la seguridad vial.
Cada día existe mayor conciencia social de los riesgos que conlleva conducir bajo los efectos del alcohol o de las drogas, sin embargo se desconoce la inseguridad de conducir bajo los efectos de muchos medicamentos. Tampoco se tiene conciencia de los riesgos que puede tener una determinada enfermedad a la hora de conducir un vehículo.
Si usted tiene alguna enfermedad, es su responsabilidad preguntar a su médico tratante acerca de las consecuencias y riesgos de conducir con su patología. Esto le permitirá tomar las precauciones necesarias para evitar sufrir un accidente. De la misma manera, si debe ingerir medicamentos por prescripción médica, debe informarse sobre los posibles efectos de los mismos en la conducción, consultando a su médico tratante o leyendo la información que se encuentra en el prospecto del medicamento.
Si usted tiene una enfermedad crónica, puede disminuir el riesgo de sufrir un accidente:
Los síntomas más frecuentes de una alergia respiratoria, son muy similares a los de un resfrío común: necesidad constante de sonarse la nariz, ojos llorosos, visión borrosa, estornudos (a veces varios seguidos), fatiga y dolores de cabeza, entre otros, son tan cotidianos que no se percibe lo peligroso que pueden ser a la hora de conducir.
Hay antecedentes de que algunos de estos síntomas podrían llegar a producir errores en el cálculo de las distancias y una menor capacidad para mantener la concentración en el tránsito, entre otros. Además, los antihistamínicos ingeridos habitualmente para aliviar estos síntomas, pueden provocar una mayor somnolencia al volante.
El estrés es un mecanismo de defensa del organismo ante situaciones amenazantes o que demandan un gran esfuerzo. En este sentido las reacciones de estrés pueden ayudar a superar determinadas situaciones adversas, sin embargo, si la situación se mantiene durante mucho tiempo pueden sufrirse trastornos de sueño, ansiedad, problemas digestivos e incluso infartos.
El estrés puede alterar de manera significativa nuestras capacidades para conducir:
La agresividad hace que se actúe mal. En primer lugar, porque se percibe y juzga erróneamente una situación, y, segundo, porque lleva a tomar decisiones impulsivas. Además, cuando una persona muestra una conducta agresiva sólo genera nuevos conflictos.
Es preferible que usted, como conductor, considere que la conducta errónea de otros conductores o peatones es producto de ignorancia y que no es intencionada.
Para aumentar la seguridad:
La depresión es una enfermedad que altera el estado de ánimo y que afecta a nuestras capacidades para conducir con seguridad:
Para aumentar la seguridad:
Conducir un vehículo es una tarea compleja, por ello hay que mantener el mayor nivel de concentración posible.
Las distracciones ocurren cuando algo dentro o fuera del vehículo desvía la atención del conductor.
Son el factor de riesgo que más ha aumentado y son causa de un gran número de accidentes.
Los accidentes causados por distracciones:
-Factores relacionados con el conductor: fatiga, sueño, estrés, ansiedad, depresión, consumo de alcohol y características propias de cada persona; y una serie de conductas por parte del conductor que favorecen la distracción: manipular el aparato de música, el navegador GPS o el teléfono celular, buscar una dirección concreta (una calle, un comercio), conversar o discutir con un pasajero, comer, beber o fumar mientras se conduce, expulsar un insecto del interior del vehículo, etc. Si esto ocurre, lo mejor es detener el vehículo y continuar después.
-Factores externos al conductor: monotonía en la conducción, situaciones de tránsito muy complejas, escasa luz ambiental o estímulos poco visibles (que no se perciben adecuadamente), jornadas de trabajo prolongadas.
Está demostrado que los conductores que fuman mientras conducen se ven implicados en el doble de accidentes que los que no lo hacen.
Los efectos que puede tener sobre el conductor son:
Hablar por teléfono mientras se conduce es una de las conductas que puede provocar más distracciones al conductor.
Se ha demostrado que aunque se hable por teléfono con un sistema de manos libres, la posibilidad de sufrir un accidente también aumenta, ya que la atención disminuye en gran medida cuando la llamada supera el minuto y medio.
El teléfono celular provoca:
Recomendaciones para utilizar el teléfono celular con seguridad:
Enviar mensajes (chatear) a través de dispositivos móviles y conducir simultáneamente, son acciones que vemos de forma frecuente en algunos conductores, sin tener conciencia de que la conducción no atenta a las condiciones de tránsito del momento es una de las principales causas de siniestros y fallecidos en el tránsito.
La modificación a la Ley de Tránsito sanciona la conducción de un vehículo manipulando un dispositivo móvil o cualquier otro artefacto electrónico o digital que no venga incorporado de fábrica en el mismo, excepto si la acción se realiza mediante un sistema de manos libres, según las especificaciones del reglamento.
El objetivo de esta ley es sancionar como infracción gravísima a los conductores que incurren en estas conductas, con multas entre 1,5 a 3 UTM ($80.000 - $160.000 app), además de la suspensión de la licencia de conducir por un plazo entre 5 a 45 días, el cual puede ser aumentado de 45 a 90 días en caso de reincidencia, esto es, 2 infracciones gravísimas cometidas dentro de los últimos 12 meses.
Aunque los navegadores pueden ser de gran ayuda para la conducción, también pueden ocasionar distracción en el conductor.
Para utilizar un navegador de forma segura:
La alimentación está directamente relacionada con la conducción. Si ésta no es la adecuada, puede:
Hay que evitar el consumo excesivo de azúcar o de alimentos o bebidas muy azucaradas, ya que, al comienzo, se experimenta una mejoría y aporte de energía, pero posteriormente, una vez metabolizado, se produce una bajada drástica. Es mejor tomar azúcar en forma de hidratos de carbono complejos como cereales, arroz, pan y papas.
Tema 3. Seguridad vial