Manual clase B
Tema 10. Funcionamiento del automóvil
El motor es el corazón del vehículo; casi siempre se sitúa en la parte delantera. Como combustible, en la mayoría de los casos, utiliza gasolina, siendo poco frecuente el uso de petróleo diesel y de gas. En el panel de instrumentos del vehículo, el tacómetro muestra la cantidad de revoluciones del motor.
En un motor hay muchas partes móviles que requieren lubricación, la que se realiza a presión. El aceite tiene la misión de disminuir la fricción y el desgaste entre las distintas partes móviles. Cuando el motor no está siendo lubricado se enciende en el panel de instrumentos la luz indicadora de la presión de aceite, lo que indica que el nivel de aceite es bajo. Si ésta se enciende, detenga el motor de inmediato y no lo ponga en marcha hasta haber reparado la avería. Si no sigue este consejo, la reparación puede resultarle muy cara.
Controle el nivel de aceite. Agregue más aceite si el nivel está bajo. Cambie periódicamente el aceite y el filtro, según las recomendaciones del fabricante del vehículo.
Use siempre aceites reconocidos. Controle el sello de los envases.
La energía eléctrica que necesita el vehículo es producida por el alternador, el que es movido mediante una correa desde el motor. Esta energía es almacenada en la batería. El efecto del alternador disminuye cuando la correa está poco tensa. Si la carga de la batería no es suficiente, usted lo sabrá mediante la luz de advertencia o la correspondiente aguja en el panel de instrumentos.
Todos los accesorios que utilizan electricidad están casi siempre provistos de fusibles para impedir incendios o daños en el sistema eléctrico. Si alguna unidad eléctrica deja de funcionar, controle, en primer lugar, si se ha fundido algún fusible.
Si alguna ampolleta no enciende o si la luz de control de los intermitentes destella en forma más rápida que lo habitual, es probable que una ampolleta se haya quemado.
Una batería mal cargada hace que el vehículo tenga dificultades para arrancar, especialmente cuando la temperatura es baja. Si el motor del vehículo no se enciende al darle contacto es muy probable que la batería se encuentre descargada o desconectada.
¡Precaución! El ácido de la batería es corrosivo; tenga cuidado con su ropa y la piel.
El sistema de combustible consta de un estanque de combustible, conductos y una bomba. El combustible y el aire se mezclan en el carburador o por el sistema de inyección, y luego son aspirados por el motor. Hoy en día, la mayoría de los motores carece de carburador, siendo el combustible inyectado directamente al múltiple de admisión (motores de inyección).
A veces, cuando el motor esté frío, usted tendrá que reducir la cantidad de aire de la mezcla para que el motor arranque. Esto se hace con la ayuda de un regulador o cebador, comúnmente denominado "chupete". Algunos vehículos tienen este regulador automático, mientras que los que tienen motor a inyección, carecen de él, ya que son controlados por un microprocesador.
Los vapores de la gasolina pueden ser cancerígenos. Evite la apertura de la tapa más veces de lo necesario.
Procure llenar el estanque de combustible cada vez que vaya a la bomba de bencina. Contaminará menos al liberar menos gases.
Utilice el octanaje adecuado al motor de su vehículo (de acuerdo a las recomendaciones del fabricante).
Si al conducir usted siente un fuerte olor a gasolina debe detenerse para investigar la causa del problema. Así puede prevenir el riesgo de incendio en su vehículo.
El sistema de refrigeración tiene la misión de enfriar el motor para que mantenga la temperatura adecuada. El motor se enfría con un líquido refrigerante (agua destilada más un anticongelante) que circula por canales en el bloque del motor y pasa desde ahí al radiador.
Una temperatura del motor demasiado alta puede deberse a una obstrucción del sistema de refrigeración, poca cantidad de líquido, correa de la bomba de agua rota o mal tensada. Si la temperatura del motor ha aumentado, deténgase y repare la avería.
Hoy día la mayoría de los vehículos tiene ventilador eléctrico que se activa al subir la temperatura (especialmente al circular a baja velocidad). Si esto no sucede, puede deberse a un contacto defectuoso o a un fusible dañado.
Si la temperatura del vehículo está subiendo más de lo normal es probable que se haya roto la correa del ventilador. A temperaturas bajo cero es importante que el líquido refrigerante contenga una cantidad suficiente de anticongelante que impida que el motor y el radiador se dañen por efecto de la congelación del agua.
Los gases de escape contienen monóxido de carbono, que es venenoso, incoloro y carece de olor. Los primeros síntomas de intoxicación son el dolor de cabeza y los vómitos. Los gases de escape poseen, además, muchas otras sustancias tóxicas, peligrosas para usted y para el medio ambiente.
Recuerde que existe un gran riesgo de que el sistema de escape se oxide o se estropee, lo que puede provocar que el monóxido de carbono penetre en el interior del vehículo. Un ruido anormalmente alto del tubo de escape suele ser una señal de roturas o de orificios en el silenciador.
La energía del motor es transmitida a las ruedas de tracción a través del embrague.
Hay vehículos de tracción delantera y de tracción trasera. También hay vehículos de tracción en las cuatro ruedas.
Un auto con motor delantero normalmente es más pesado en su parte delantera, y tiene entonces una tendencia a girar menos. Si usted le coloca una carga pesada en su parte trasera, tenderá a girar más de lo esperado y, al perder la fricción con el pavimento, dará un giro de 180º y continuará marchando con la parte trasera hacia delante. Esto es importante saberlo para comprender los riesgos que implica un desplazamiento del centro de gravedad.
Si conduce un vehículo con su centro de gravedad en la parte delantera, éste tiende a seguir en línea recta al tomar una curva; si pierde la fricción continuará en la dirección del movimiento. Con un automóvil que tiene el centro de gravedad en su parte posterior, cuando usted toma una curva, el vehículo gira más de lo que usted ha pensado, y si pierde la fricción con el pavimento, dará un coletazo (o derrape) y continuará en la dirección del movimiento, pero con la parte trasera hacia adelante.
Las ruedas de tracción tienen gran importancia para el comportamiento del vehículo. Un vehículo con tracción delantera comienza a resbalar sobre las ruedas delanteras si el efecto de aceleración es mayor que el que permite la fricción, lo que puede llevar a que el vehículo no gire cuando usted mueva el volante, y que intente seguir en la dirección del movimiento. Si esto sucede, deje de acelerar y retome su trayectoria.
Similarmente, si las ruedas de tracción trasera pierden fricción pueden producirse uno o varios coletazos. En estas circunstancias, continúe acelerando y gire la dirección hacia la trayectoria. La tracción en las cuatro ruedas proporciona una posibilidad de conducción considerablemente mejor en pavimentos difíciles. En lo demás, estos vehículos con tracción en las cuatro ruedas se comportan igual que el resto.
Otro factor que puede influir en que un vehículo gire más o menos de lo esperado es la presión de aire en sus neumáticos.
El embrague se encuentra entre el motor y la caja de cambios. Al presionar el pedal del embrague se desconecta la transmisión de potencia del motor a la caja de cambios, por lo tanto, no se transmite energía a las ruedas de tracción.
Usted debe saber que al conducir presionando el embrague durante un tiempo mayor al necesario se reduce el control sobre el vehículo.
La caja de cambios multiplica la fuerza del motor. Ésta puede tener 3, 4, 5 o más marchas. Cada marcha se utiliza en un rango de velocidades. Circular en la marcha adecuada a la respectiva velocidad ahorra combustible y emite menos contaminantes. Cada marcha tiene su sector de velocidad, el que varía de un vehículo a otro.
Los vehículos con caja de cambios automáticas, que son cada vez más comunes, carecen de pedal de embrague.
La dirección se desalinea con mayor rapidez cuando el vehículo es sometido a sobrecargas, así como cuando topa contra el borde de una solera u otro obstáculo, o cae en hoyos.
La desalineación de las ruedas produce vibraciones y aumenta el desgaste de los neumáticos. Esto puede contribuir a que se produzca juego en la dirección.
Si siente la dirección pesada, si al conducir por un terreno plano el vehículo tiende a irse hacia un lado, o si al doblar chirrea en exceso, ello le está indicando algún defecto en la dirección o que alguna de las ruedas delanteras tiene poca presión de aire.
Muchos automóviles están equipados con servodirección. Éste consiste en un dispositivo hidráulico auxiliar que facilita el control de la dirección.
Tema 10. Funcionamiento del automóvil